Estudio comparativo con Corea del Sur, Singapur, Japón y Alemania
Las economías que usan un mayor número de robots tienen menos desempleo. Es la conclusión principal que se puede obtener del estudio llevado a cabo por Prevención Integral y del que se ha hecho eco el servicio de estudios del BBVA. Los autores del informe han comparado la densidad robótica de un país, esto es, el número de robots en la industria, con las cifras de paro de algunas de los estados más desarrollados del mundo, como Corea del Sur, Singapur, Japón o Alemania. Desde hace meses, escuchamos que la 4ª Revolución Industrial provocará la destrucción de millones de empleos pero a la vez, creará otros tantos con diferente cualificación. Incluso se habla de que los robots paguen impuestos.
La comparativa entre España, Francia e Italia, según un artículo de Libre Mercado, el portal económico de Libertad Digital, es interesante ya que su nivel de robotización es parecido (índice 100-200). En este sentido, los datos sobre el número de robots proceden de la Federación Internacional de Robótica y las cifras de paro son de Trading Economics y Eurostat. No obstante, las cifras de de desempleo difieren: nuestro país tiene el doble de paro que franceses e italianos. El enfoque que añade el redactor de la noticia es que “el verdadero reto radica en las normas laborales y no en el nivel de robotización”.
Así, explica que España ha reducido su desempleo durante estos años de recuperación gracias a una reforma laboral que no ha ido de la mano de grandes cambios en los niveles de robotización. Con todo, aunque hemos rebajado la tasa de paro por debajo del 18%, sigue habiendo provincias que sufren el 25% o el 30% y el desempleo juvenil roza el 50%. Cifras astronómicas en el contexto de la Unión Europea. Para el gerente de Rivas Robotics, Carlos Hurtado, la verdadera 4ª Revolución Industrial está en la incorporación de robots a la pymes.
China, India, Brasil y otros países en vías de desarrollo pero con recorrido para seguir creciendo son los que tienen datos más bajos en cuanto a densidad robótica. Claro está, su mano de obra sigue siendo muy barata si comparamos con los países de la OCDE o los de la UE. Las distancias son abismales si la comparación se efectúa con los estados miembros del G20, en el que está España.
En suma, el empleo vendrá de la mano de la robotización, pero también de una adecuada legislación laboral, facilidades para la industria y la inversión, una fiscalidad moderada y el imperio de la ley con normas claras y seguras. La combinación de estos factores ayudará a mejorar el bienestar de los humanos y desarrollar nuevos avances tecnológicos.